Aquellos días de baloncesto...

Sí hay algo de lo que no puedo olvidarme es de ellas dos... que me miraron alguna vez desde esa barra de cemento, en esa cancha de baloncesto. 

Para mí es algo especial que me miren mientras juego, más si me aplauden o me felicitan. Porque doy asco jugando y aún así... se alegraban de verme jugar. 

La primera estuvo mucho tiempo sentada en esa barra de cemento... desde mi primer partido. Ahora no está y de seguro que ya no me vas a mirar de nuevo desde esa barra de cemento... ¿No es así? No te voy a mirar de nuevo. 

Cuando hacía una mueca de dolor, la muchacha de esa barra de cemento... se preocupaba por mí, me cuidaba. Y aunque nos trajo miles de problemas el baloncesto y quise dejar muchas veces (Por cierto, una estúpidez de mi parte) nunca voy a encontrar una mejor motivación que tú mirándome. A pesar de que fuese un principiante y cada partido que jugaban me pateaban el culo, aún así... te quedabas allí. 

Hoy y desde que te fuiste la mayoría de las veces juego sin nadie que me mire. A veces miro esa barra de cemento... y no hay nadie, nadie aplaude cuando hago un punto, nadie me regala una sonrisa para motivarme. Ya nadie hace eso por mí. 

Aunque lo puedo soportar, no es para morirse. 

Pero... ahora que he mejorado (y mucho) en el baloncesto... me hubiese gustado poder haberte deleitado con mi "buen" baloncesto... y que me recordarás como alguien con talento para el juego y no como el asqueroso jugador que solía ser. Mataría por que me vieras una vez más jugando. Moriría. 

Cuando juego mis mejores partidos... a veces quiero que estés tú, sin decir nada... y tan si quiera saber que estas allí, no hablarnos, no mirarnos... simplemente que estés ahí. 

Pero quizás es algo que no voy a cumplir y ni si quiera sé porque digo "quizás" cuando es un "no" rotundo. Estos deseos de que tus ojos me miren, solo son deseos y no hay posibilidad de cumplirlos... y está bien. Yo lo digo siempre: Éste es el camino que escogí. 

Igual... es una mierda, odio tus actitudes, odio mis actitudes, odio el camino que elegiste, odio el puto camino que yo elegí, odio tus palabras, odio las mías... odio haber tenido una historia tan hermosa con un final tan... tan... conchesumadre. Pero la vida sigue y aunque odie el camino que escogí, lo voy a caminar con la frente en alto y boteando mi balón de baloncesto, aún si no vuelves a mirarme. 

Por otro lado, esta la segunda muchacha y no por eso menos importante. Aquella que me vió dos o tres veces nada más, pero... que marcó mi tendencia de jugar. 

Podría decirte que mi estilo de juego se debe un 50% a ella. La primera vez que nos conocimos fue en esa cancha y aunque al principio no hablamos porque yo estaba más concentrado en el baloncesto y sinceramente era una época en que las minas yo las tenía catalogadas como putas. Pero luego en el descanso nos sentamos todos a conversar... y he ahí donde cruzamos las primeras palabras que jamás olvidaré: "Me encanta tu barba"

Mi puta barba que la odiaba se convirtió en el icono de nuestra amistad. 

Nunca voy a olvidar esas palabras y aunque ahora estemos alejados, nuestra manera de conocernos y nuestra amistad... comenzó de una manera única y la forma en que jugamos los dos en esa cancha tampoco lo olvidaré. Hay personas que te marcan en un segundo y tú lo hiciste y te odio:c 

Sí hay algo que me gustaría encontrar, sería la mujer que me mire por siempre en la cancha... siempre de los siempres, que juegue baloncesto conmigo, que hablemos de jugadores, que... nos apasione a los dos este deporte. Cuando la encuentre, la voy a amarrar a mí. 

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Gracias, un abrazo. 

BenjaRhein ~